domingo, 12 de noviembre de 2017

Ella es poesía

Tengo que escribirla.
Y que se entienda con esto que digo que abarco todas las acepciones de la palabra.
Tengo que escribirla a ella, para ella, y sobre ella.
Todas las preposiciones sobre su nombre.
Todas las tildes sobre sus curvas.
Todos los puntos para cada uno de sus límites (si los hay).
Todas las comas donde se me permita seguir inspirándome.
Es que ella es eso: inspiración.
Tengo que escribirla.
Me imagino las letras en su cuerpo como tatuajes de la poesía que inspira.
Surgiendo cada letra, cada frase por el mismo cuerpo que las lleva.
Fuente de toda imaginación, inspiración y fantasía.
Es que mujer ¿sos consciente de tu propia anatomía?
Dibujaría un paréntesis en tus pechos con mis manos
Trazaría fino con mi lengua toda tu silueta
Haría comillas con mis dedos a ambos lados de tu mujería
Dejándote marcada toda la historia, haciéndote historia.
Condenándote a ser eterna en tu cuerpo, en tu memoria, en tu propia poesía.