Nada. Allá afuera veo de todo, pero todo eso es nada. Estoy,
pienso, existo pero no soy nada. No somos nada.
Me acuerdo de que mi novio me dijo una vez que soy súper
pesimista en mi forma de ver el mundo cuando reflexiono, y otra vez se me viene
la nada.
¿Qué sentido todo esto?
Un amor, una pasión, un hijo. Todos momentos felices pero
apenas soy feliz, lloro porque… ¿Por qué? No es justo que se nos permita el
goce y nos priven de la verdad. Es cruel.
Tener ratos de conciencia extrema me agobia. Me angustia.
Me levanto, preparo un mate y beso a mi gata, que me muerde.
Me da bronca… la quiero, ¿por qué me lastima?. Me acuerdo ahí que hacía un rato
estaba angustiada pero ya no le doy tanta importancia. Pienso que era una
boludes y vuelvo a los mates.
Nada. Allá afuera veo árboles, edificios, gatos por los
techos. Pero todo eso ya no me genera nada.