lunes, 24 de junio de 2013

Eterno

Te hice poesía. En realidad poesías, en plural. Pero lo que importa acá es eso, que te convertí en varias poesías juntas. Una persona, mucha inspiración, muchos poemas. No podría ser de otra manera. Tengo más textos que momentos con vos. Me encanta. Amo que llenes mi cuaderno de renglones escritos. O, para qué mentir, mi carpeta "Fiuchi" de textos formato .doc.
Pasa que al escribirte (y entiéndase "escribirte" como escribirte a vos y no "para" vos), te voy inventando a mi manera. Yo elijo cuándo empieza y cuándo termina. Si me aburro, añado el punto final. Si me arrepiento, suprimir o borrar. Si no me satisface, cierro sin guardar. Si necesito pensar, los tres puntos suspensivos...
Punto y aparte para no necesitarte y punto seguido para tenerte al lado mío.
Pero lo mejor no es nada de eso. ¿Querés saber? Lo mejor es que no puedo teclearte para siempre. Que en algún momento llega el punto final. Si, eso es bueno, porque es real. Nada dura para siempre.
Aunque, ahora que me percato, si quería escribirte a la perfección, fallé desde el primer poema. En cada palabra te hice eterno... Y yo que pensaba que, los que escribimos, podíamos describir perfecto una realidad. Pero ni vos sos eterno ni yo poeta.
Mejor suelto las teclas y te voy a buscar.


J. Fiuna

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