Nunca llegué a conclusiones satisfactorias evaluando antes las cosas. Muchas veces pensé, cuando tenía que actuar, y tantas otras actué, cuando debería haber pensado. Entonces opté por lo más fácil y sanador para mí. Decidí manejarme siempre por impulsos, y así, fui mucho más feliz.
Te invito a dejarte llevar, por mí. Vení, yo te llevo. Me manejo muy bien cuando de no pensar se trata. Vos confiá, ¿o te lo vas a perder?.
Me resulta todo esto tan tentador. Nunca sé en qué puede terminar cada historia. Me hace morder los labios de solo imaginarmelo.
¿Te vas a dejar convencer? Te aseguro, una vez que pruebes mi metodología, no vas a querer volver.
Vamos, dale. Te invito a hacer lo que nos depare el momento, sin pensar. Sé que pensar nos hace libres, pero, en ciertos casos, nos puede condicionar. Yo no quiero perderme de nosotros, ¿y vos?.
Que el momento, las ganas y la piel nos lleven lejos, donde ningún pensamiento nos haga volver. Quién te dice nos gustamos, pero si no es el caso, después contame, si no valió la pena ceder.
J. Fiuna
1 comentario:
Hola fiuna, lei todas tus entradas, sos una genia, y me encanta lo que escribis y como lo escribis. En particular me gusta esta idea de no pensar, me encantaria implementarlo hace rato pero no me sale, y me encantaría si tenes mas sobre estas cosas poder leerlas. Te mando un saludo, gracias por transmitir tus ideas y pensamientos.
Lucia.
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